La meta de la Mejora Continua es mejorar la competitividad de las empresas (en cualquiera de sus áreas) a través de la productividad de una manera permanente y sostenible en el tiempo.

La mejora continua se plantea como un proceso imprescindible si se busca conseguir la excelencia. Pero el camino hacia la excelencia no es un camino de rosas, en la realidad vemos que en muy pocos casos se tiene éxito en el primer intento. Sin embargo, la consecución de las metas planteadas, incluso la superación de las mismas es posible si se tiene claro el objetivo, si aprende de los errores y se ponen los medios para no volver a cometerlos.

El éxito proviene de una sucesión de fracasos en los que se puede aprender, pero para ello hay que medir, no sólo los resultados, sino las acciones que nos llevan a ello. Porque sólo es posible superarse en lo que se puede medir. Y ésta es la esencia de la mejora continua: poder ir midiendo con todo nivel de detalle lo que se va haciendo para ser capaces de perfeccionarlo.

Cuando las cosas se pongan difíciles en el mundo empresarial como en la vida personal (que seguro se pondrán), es genial saber que se están haciendo progresos. A veces, cuando tienes la cabeza gacha y estás cargando hacia la línea de meta, puede ser difícil saber qué tan cerca estás y escuchar el progreso puede animarte a dar el empujón final para superar la línea.

No somos superhéroes y nuestro entorno no es estático; somos humanos maravillosos pero imperfectos viviendo en entornos imprevisibles y cambiantes. Es clave ser responsable y trabajar desde la excelencia en lo que está en nuestras manos y depende de nosotros pero también debe saber identificar y aceptar lo que no está en nuestras manos y no depende de nosotros.

Empecemos por trabajar de forma interna, evaluando nuestras operaciones, costos, personal, maquinaría, tecnología de la información, etc. Todo lo que internamente podemos controlar y medir será susceptible de mejora continua en el corto plazo. Allí es donde se debe iniciar, donde se deben colocar nuestros recursos de tiempo y dinero para recuperarlos de forma rápida y sostenible en el tiempo.

Si usted es un accionista, el gerente, el operario, el ayudante o cualquier persona que pertenece a una organización productiva debe incluir en su ADN la mejora continua, el concepto es claro siempre se esta en un proceso de cambio, de desarrollo y con posibilidades de mejorar. 

En este sentido, el esfuerzo de mejora continua, es un ciclo ininterrumpido, a través del cual se identifica un aspecto a mejorar, se planea cómo realizar la mejora, se implementa, se verifican los resultados y se actúa de acuerdo con ellos, ya sea para corregir desviaciones o para proponer nuevas metas. Y muchos nos preguntan que sigue después de la mejora continua y la respuesta única la «Excelencia Operacional».

“Hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy”.

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